
08 Dic La importancia de educar en la Gestión Emocional
¿Te imaginas que te hubieran enseñado en el colegio a gestionar tus emociones?
Quizá algunos sigan negando la existencia de la relación de una buena gestión de las emociones con un adecuado desarrollo y crecimiento personal y continúen basando en competencias racionales las causas del éxito personal: esfuerzo, estudio, dedicación, perseverancia…
Sin duda son competencias importantes, que complementan a las habilidades sociales y a las competencias emocionales, pero no son garantes del exito personal y el bienestar social por sí mismas. Hace ya varias décadas que la Psicología y la Neurociencia han demostrado a través de múltiples estudios y de técnicas de neuroimagen que la razón y la emoción van irremediablemente unidas, es más, todo pensamiento lleva inherente una emoción, aunque no toda emoción lleva implícito un pensamiento.
En su libro “El error de Descartes”, Antonio Damasio ya daba buena cuenta de que la famosa frase de René Descartes “Pienso, luego existo..”, era precisamente lo contrario; primero existimos y sentimos y luego pensamos. La prevalencia de la emoción sobre la razón es una evidencia desde hace ya muchos años. Continuar educando dando la espalda a la Educación Emocional, no solamente es un error, sino una enorme irresponsabilidad.
A mediados de los años 80 Howard Gardner puso en duda la eficacia del sistema de medición de la inteligencia a través del CI, utilizado desde los años 20 con fines muy concretos dirigidos a la clasificación standar de las personas a través de los test de inteligencia desarrollados por Alfred Binet.
Gardner propuso su teoría de las inteligencias múltiples como antídoto ante el encorsetamiento en un solo tipo de inteligencia, focalizándose en las diferentes potencialidades que tiene cada ser humano.
Independientemente de que estemos o no de acuerdo con las Inteligencias Multiples o cualquier otro modelo, la propia definición de Inteligencia ha ido cambiando y modulándose a lo largo del tiempo, incluyendo en todas las definiciones dadas por expertos siempre el concepto de la inteligencia emocional. Quedándonos con la definición de nuestro maravilloso Filósofo y Pedagogo José Antonio Marina, “La inteligencia es la capacidad de dirigir bien el comportamiento, eligiendo las metas, aprovechando la información y regulando las emociones”. Una definición que incluye la gestión emocional.
Nuestro sistema educativo ya incluye la educación emocional, si bien no dentro del programa curricular, sí como formación transversal a través de los Planes de Acción tutorial y de la impartición de las propias asignaturas. Sin embargo reflexionemos acerca de la formación de los propios docentes. Son tan dispares las formaciones que recibe el profesorado en función del nivel educativo para el que están formados!!!! Nada tiene que ver la formación de un profesional en Educación Infantil, en Educación Primaria o en Educación Secundaria. Sin embargo hay conocimientos y competencias que en todos los niveles son necesarios.
En nuestro trabajo diario con docentes de todos los niveles hay una idea consensuada; asignaturas y conocimientos en Psicología Evolutiva y Pedagogía deberían estar presentes en todos los planes de estudio de futuros docentes.
Afortunadamente los masters de Secundaria ya proveeen a los profesores de Secundaria de herramientas y conocimientos pedagógicos para afrontar la enseñanza y el aprendizaje a los adolescentes más allá de la impartición de los propios contenidos teóricos o prácticos; sin embargo seguimos estando en un permanente “Necesita Mejorar” en lo que respecta a Educación Emocional.
¿Cómo se puede “Aprender a aprender” (competencia básica incluida en el Curriculum de Primaria por el RD 126/2014) sin ayuda de la Educación Emocional?
Rafael Bisquerra sitúa el “analfabetismo emocional” como una de las causas de los problemas entre las personas. ¿Cuanto más necesario será para los docentes la formación en Educación Emocional como agentes del cambio? En palabras de Bisquerra “Los primeros destinatarios de la educación emocional debería ser el profesorado de todos los niveles educativos. En primer lugar porque lo necesita en su práctica educativa. En segundo lugar para contribuir al desarrollo de competencias emocionales en el alumnado. “
“Los primeros destinatarios de la educación emocional debería ser el profesorado de todos los niveles educativos. En primer lugar porque lo necesita en su práctica educativa. En segundo lugar para contribuir al desarrollo de competencias emocionales en el alumnado. “ |
Si hay temas que preocupan entre los docentes (mayoritariamente en Secundaria) es la falta de herramientas y competencias para enfrentarse de manera adecuada, no solamente a los alumnos, sino a las familias. Afrontar una tutoría de manera consciente, controlada, asertiva y constructiva es para muchos profesionales de la educación algo desconocido o imposible de alcanzar y que genera mucha frustración.
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Sin duda un trabajo conjunto y coordinado en lo que respecta a la Educación Emocional entre Dirección, Claustro, Alumnos y Familias facilitarían mucho este tipo de situaciones.
Una formación adecuada en Comunicación Asertiva,Empatía, Solución de Conflictos y Manejo de Emociones, son fundamentales para crear entornos seguros y adecuados para el aprendizaje eficaz. |
No solamente en el ámbito educativo se valora la integración de la Gestión Emocional, ya a mediados de los 90 la OMS fomentaba el desarrollo de 10 habilidades fundamentales para la vida, para promover el biestar y la inclusión social:
Autoconocimiento (Autoconcepto, Autoestima, Automotivación….)
- Empatía
- Comunicación asertiva
- Relaciones interpersonales
- Toma de decisiones
- Solución de problemas y conflictos
- Pensamiento creativo
- Pensamiento crítico
- Manejo de emociones
- Manejo de tensiones (tolerancia a la frustración) y gestión del estrés
¿Creemos que es viable alcanzar el bienestar sin una Educación Emocional?
En 1996 la UNESCO encargó un informe a un comité de expertos para reflexionar acerca de la educación y el aprendizaje en el S XXI. No solamente se tienen en consideración los conocimientos, sino el desarrollo de las competencias para hacer lo adecuado con estos conocimientos, teniendo en cuenta a los demás y conociendonos a nosotros mismos. | ![]() |
Los beneficios de la Educación y la Gestión Emocional son muchos y de vital importancia para el presente y para el futuro.
Trabajemos todos en coordinación para que sea una realidad en nuestras aulas y ayudemos al desarrollo de ciudadanos consciente y responsables.
Eva García
Neurocoach | Mediadora
Bibliografía
Bisquerra, R. (2001). Educación Emocional y Bienestar. Barcelona: Wolters Kluwer.
Damasio, A. (2013). El error de Descartes. Barcelona: Editorial Planeta.
Dweck, C. (2016). Mindset, la actitud del éxito. Madrid: Sirio.
Forés, J. G. (2019). Los patitos feos y los cisnes negros. Barcelona: Plataforma Actual.
Goleman, D. (1996). Inteligencia Emocional. Kairós.
Marina, J. A. (2015). La educación del Talento. Madrid: UP Ariel.
Mora, F. (2013). Neuroeducación: Solo se puede aprender aquello que se ama. Madrid: Alianza Editorial.
Robinson, K. (2016). Escuelas creativas: La revolución que está transformando la educación (CLAVE). DEBOLSILLO.
ROSENBERG, M. B. (2000). La comunicación no violenta. Barcelona: Editorial Urano.
SELIGMAN, M. (1995). Indefensión en la depresión, el desarrollo y muerte. Madrid: Debate.
Torrens, D. B. (2019). Neurociencia aplicada a la educación. Madrid: Editorial Síntesis.
Valderrama, B. (2010). Motivación Inteligente. Madrid: Pearson Educación.
Informe UNESCO, Jacques Delors (1996). La educación encierra un tesoro. Santillana:Ediciones UNESCO
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